Glaucoma: Síntomas y prevención
El glaucoma es una dificultad que se presenta en el ojo y en la mayoría de los casos es hereditario. Conoce sus síntomas aquí y cómo prevenirlo.

El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa, pero peligrosa que puede provocar la pérdida de visión e incluso ceguera si no se detecta y trata a tiempo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las principales causas de ceguera en el mundo. Pero, ¿qué es exactamente el glaucoma, ¿cuáles son sus tipos y cómo podemos prevenirlo? Te lo explicamos de manera sencilla y entretenida.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad crónica que daña el nervio óptico debido al aumento de la presión en el ojo, causada por la acumulación de fluido en su parte delantera. Esta presión elevada deteriora las fibras del nervio óptico progresivamente, lo que puede
resultar en la pérdida de visión.
Lo más preocupante del glaucoma es que, en sus primeras etapas, no presenta síntomas evidentes. Muchas personas no saben que lo padecen hasta que la enfermedad está avanzada, lo que hace que sea fundamental realizar chequeos oftalmológicos regulares.
Tipos de glaucoma
Existen diferentes tipos de glaucoma, cada uno con sus propias características:
1. Glaucoma de ángulo abierto: Es el tipo más común. La presión ocular aumenta de manera gradual y, al principio, no causa síntomas. Con el tiempo, puede generar pérdida de visión periférica y, si no se trata, llevar a la ceguera.
2. Glaucoma de ángulo cerrado: Se produce cuando el drenaje del ojo se bloquea repentinamente, provocando un aumento rápido de la presión intraocular. Puede causar dolor intenso, visión borrosa, enrojecimiento de los ojos y náuseas. Es una emergencia médica y requiere atención inmediata.
3. Glaucoma secundario: Se desarrolla como consecuencia de otras
enfermedades oculares, traumatismos, consumo de medicamentos con corticoides o condiciones como la diabetes.
4. Glaucoma congénito: Afecta a los bebés y es generalmente hereditario. Se manifiesta con síntomas como lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz y un agrandamiento anormal del ojo.
Síntomas del glaucoma
Los síntomas varían según el tipo de glaucoma:
• Glaucoma de ángulo abierto: En sus etapas iniciales es asintomático. A medida que avanza, aparecen puntos ciegos en la visión periférica y, en estados más avanzados, visión en "túnel".
• Glaucoma de ángulo cerrado: Puede causar dolor ocular intenso, visión borrosa, enrojecimiento del ojo, dolor de cabeza, náuseas y vómito.
¿Cómo prevenir el glaucoma?
Si bien no siempre es posible prevenirlo, hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo:
• Realiza exámenes oftalmológicos regularmente. Según la edad y los factores de riesgo, los chequeos deben ser:
-- Menores de 40 años: cada 5-10 años.
-- Entre 40 y 54 años: cada 2-4 años.
-- Entre 55 y 64 años: cada 1-3 años.
-- Mayores de 65 años: cada 1-2 años.
Recuerda asistir a la valoración integral por curso de vida y solicitar el tamizaje visual.
• Protege tus ojos. Usa gafas de sol y de protección cuando realices actividades de riesgo.
• Controla enfermedades asociadas. Mantén bajo control, la diabetes y la hipertensión arterial.
• Evita el consumo excesivo de cafeína y tabaco. Ambos pueden contribuir al aumento de la presión intraocular.
• Haz ejercicio regularmente. Actividades como caminar o nadar pueden ayudar a mantener una presión ocular saludable.
• Realiza ejercicios visuales. Pequeñas prácticas como el parpadeo frecuente, mirar a lo lejos cada cierto tiempo o masajear suavemente las órbitas de los ojos pueden mejorar la salud visual.
• Limita la exposición a pantallas.
• Gestiona el estrés y tensiones emocionales.
• Mantén una dieta saludable: incluye alimentos ricos en carotenoides, vitaminas C, E y A, zinc y ácidos grasos como el Omega 6. Algunos de los alimentos que te recomendamos son la naranja, tomate, huevo y salmón, entre otros.
Ejercicios para cuidar la salud de tus ojos
Pasar muchas horas frente a una pantalla o leyendo puede cansar la vista y afectar la salud ocular. Para evitarlo, prueba estos sencillos ejercicios:
• Tómate un descanso cada hora: Detén tus actividades por 5 a 10 minutos. Puedes aprovechar para caminar, ir al baño o hacer una llamada, permitiendo que tus ojos descansen.
• Presión suave en los ojos: Con las yemas de los dedos, presiona suavemente los ojos cerrados durante unos segundos. Esto ayuda a activar el líquido intraocular. Hazlo dos veces al día, al despertar y antes de dormir.
• Movimientos oculares: Mueve los ojos en todas las direcciones, primero con los ojos abiertos y luego cerrados. Esto fortalece los músculos oculares.
• Masaje relajante: Usa los pulgares para presionar suavemente el hueso debajo de las cejas, desde la nariz hasta la sien, haciendo movimientos circulares.
• Ejercicio de enfoque: Coloca un dedo a la altura de tu codo y otro unos 15 cm detrás. Enfoca primero un dedo y luego el otro durante un minuto. Esto mejora la capacidad de acomodación del ojo.
• Evita la sequedad ocular: Abre y cierra los ojos rápidamente al menos 20 veces seguidas. Esto ayuda a lubricarlos y relajar los músculos faciales.
• Mira a lo lejos: De vez en cuando, aparta la vista de la pantalla y dirige la mirada al punto más lejano que puedas ver. Mirar al horizonte ayuda a reducir la fatiga ocular.
Practicar estos ejercicios a diario puede mejorar tu bienestar visual y prevenir molestias.
¿Cómo se diagnostica el glaucoma?
Para detectar el glaucoma, los oftalmólogos realizan pruebas como:
• Medición de la presión ocular.
• Inspección del nervio óptico.
• Evaluación del campo visual.
• Medición del grosor de la córnea.
Conclusión
El glaucoma es una enfermedad seria, pero con una detección temprana y un tratamiento adecuado, es posible frenar su avance y conservar la visión. La clave está en la prevención y en acudir regularmente al oftalmólogo. Cuidar nuestros ojos es una
inversión en nuestra calidad de vida, así que ¡no descuides tu salud visual!
¡En EPS Famisanar tu bienestar es nuestra prioridad!