Enfermedades en mujeres durante gestación
Al estar en estado de gestación no estás exenta de contraer enfermedades, al contrario, podrías estar poniendo en riesgo tu salud y la de tu bebé.
¿Qué son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en el embarazo?
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), son para la OMS aquellas que se propagan principalmente por contacto sexual sin protección. La mayoría de estas son asintomáticas, por esto se aconseja realizar exámenes médicos periódicamente. Si estás en estado de embarazo y no recibes un tratamiento oportuno o adecuado, el feto podría fácilmente contagiarse y tener repercusiones negativas en su salud.
Te contamos las consecuencias de tener una ETS durante el periodo de gestación
Si tienes una ETS estando embarazada puedes contagiar a tu bebé
Puedes estar infectada sin saberlo, ya que algunas mujeres no presentan síntomas
Recibir un tratamiento oportuno es esencial para que el menor no sufra graves complicaciones de salud
La mayoría de las ETS se pueden tratar con facilidad
Tipos de ETS que puedes tener o contraer estando en embarazo
De acuerdo con Centers for Disease Control and Prevention (CDC), las enfermedades de transmisión sexual en embarazadas son:
Hepatitis B
Hepatitis C
Chagas
VIH
Sífilis
Te contamos más sobre ellas:
Hepatitis B: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una infección hepática causada por un virus y puede ser mortal para quienes la padezcan. Hay varias causas de transmisión de esta enfermedad, te las contamos a continuación:
Transmisión perinatal: durante el parto la madre se la puede transmitir al bebé
Transmisión de modo horizontal: se refiere a tener algún tipo de exposición de sangre infectada
De niños infectados a niños sanos durante la primera infancia (hasta los 5 años)
En lactantes cuando su madre está infectada
Aunque en la mayoría de los casos las pacientes son asintomáticos, puedes llegar a presentar algunos síntomas como:
Ictericia (color amarillento en piel y ojos)
Orina oscura
Cansancio extremo
Dolor abdominal
Mareo y vomito
Y en casos muy avanzados:
Insuficiencia hepática
Cirrosis
Carcinomas hepatocelulares
Su diagnóstico suele ser confuso ya que no se puede identificar la hepatitis B de otro tipo de hepatitis víricas, este se debe confirmar mediante pruebas analíticas.
Hasta el momento no hay un tratamiento específico para esta enfermedad por lo que se centra más en que el paciente sea consciente en sus hábitos y se alimente adecuadamente, la rehidratación tras el vómito y diarrea.
Los medicamentos antivíricos orales pueden ser parte del tratamiento y retrasar la progresión de cirrosis y reducir la incidencia de cáncer de hígado y mejorar la calidad de vida del paciente.
La OMS recomienda como método de prevención de todos los lactantes la vacunación contra la hepatitis B durante las primeras 24 horas tras su nacimiento y completar su esquema con una segunda y hasta tercera dosis, las cuales aportarán una protección de 20 años y hasta toda la vida.
También se recomienda un tratamiento profiláctico con antivíricos para prevenir la transmisión de la madre al hijo, el uso de preservativos durante actos sexuales y tomar las medidas de bioseguridad pertinentes con el manejo de sangre.
Fuente: Organización Mundial de la Salud.
Hepatitis C: se trata de la inflación del hígado. Esta enfermedad puede ser leve, con una duración de pocas semanas hasta grave, siendo así de por vida.
Existen dos tipos de hepatitis C:
Aguda: infección de poca duración en los cuales sus síntomas pueden durar hasta 6 meses o en ocasiones el mismo organismo es capaz de combatirlo y desparece el virus
Crónica: se trata de una infección de larga duración, está puede ser para toda la vida del paciente y causar grandes problemas de salud como daños permanentes al hígado, cirrosis, cáncer de hígado e incluso la muerte
Esta enfermedad tiene varias formas de propagación, pero básicamente se trata del contacto con la sangre de alguien infectado. El contacto puede ocurrir en diferentes situaciones como:
Compartir agujas u otros materiales de suministro de drogas antes utilizadas por una persona infectada
Sufrir por accidente un pinchazo con una aguja que alguien previamente la haya utilizado y sea positivo para hepatitis C
Ser tatuado o perforado con herramientas infectadas
Tener contacto con heridas abiertas con esta enfermedad
Compartir elementos de aseo personal con personas que pudieron tener contacto con estos y estén infectados
Nacer con una madre con hepatitis C
Tener actos sexuales con una persona positiva sin haber usado condón
Sus factores de riesgo o tienen más índices de probabilidades de contraer Hepatitis C las personas que:
Se han inyectado drogas
Ha tenido una transfusión de sangre o trasplante de órganos
Ha tenido hemofilia y recibió coagulación