Sin temor, pero con respeto ¿Qué es la neumonía?
Cualquier persona puede sufrir neumonía, una infección que se produce en uno o ambos pulmones por la inflamación de los sacos aéreos.
Todos somos vulnerables ante la neumonía, y aunque muy seguramente has escuchado hablar de esta enfermedad, debes mantener la guardia arriba; desde leve, hasta mortal, afecta principalmente a bebés, niños, mayores de 65 años o personas con sistemas inmunitarios débiles.
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¡Hablemos de una realidad preocupante! De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la neumonía en niños es responsable de cerca del 15% de fallecimientos de menores de 5 años en todo el mundo. Como un resfriado común, la neumonía puede comenzar con síntomas como fiebre o escalofríos, pero lo cierto es que puede llevar a complicaciones serias.
¿Existen factores de riesgo?
Mientras más rápidamente se detecta, más fácilmente se puede tratar, por esta razón, informarte es una prioridad. En los siguientes casos, las probabilidades de sufrir neumonía aumentan:
- Ser menor de 6 meses de edad.
- Haber nacido prematuramente o tener defectos congénitos, tales como paladar hendido.
- Problemas del sistema nervioso, como convulsiones o parálisis cerebral.
- Enfermedad cardíaca o pulmonar presente al nacer.
- Sistema inmunitario débil (esto puede ocurrir debido a un tratamiento contra el cáncer o una enfermedad como VIH/SIDA).
- Cirugía o traumatismo reciente.
Aunque existen distintos tipos de la enfermedad como neumonía bacteriana, atípica, vírica y adquirida, entre otros, las sintomatologías suelen ser las mismas o similares en los pacientes.
¿Ya conoces los síntomas o signos de alarma? Presta atención y no te confíes en caso de presentar:
- Tos y respiración acelerada.
- Dificultad para respirar y ruidos en pulmón.
- Pérdida de apetito y sensación de malestar.
- Vómitos debido a la tos o por tragar mucosidad
¡Autocuidado, la mejor prevención!
- En primer lugar, asegúrate de que tanto tú, como los niños que están a tu cuidado, mantengan todo su esquema de vacunación al día (vacuna contra la gripe o influenza).
- Dile sí a la buena higiene. Lávate las manos frecuentemente con agua y jabón. Además de protegerte de la neumonía, también evitas el contagio del COVID-19.
- No al tabaquismo que elimina las defensas que protegen a tus pulmones y evita que fumadores compartan espacios cerrados con menores.
- Aliméntate saludablemente y evita el contacto con personas que presenten sintomatología respiratoria.
¿Neumonía por COVID-19? Incluso después de más de 1 año de convivir con el COVID-19 no podemos confiarnos pues se ha determinado que en algunos pacientes el virus se infiltra en las células de los pulmones y se propaga por un periodo de tiempo, causando innumerables daños en este órgano, que terminan complicando el caso.
Por eso, aprovechamos esta oportunidad para recomendarte no bajar la guardia, el COVID-19 sigue entre nosotros y no se irá, por eso continúa aplicando las medidas de bioseguridad recomendadas.
Por último, cuida tu estado de salud en general con hábitos de vida saludables como la actividad física, una alimentación balanceada y descansar lo suficiente en las noches. Ante síntomas de alarma no dudes en consultar con tu médico de confianza, en nuestro Directorio Médico encontrarás tu IPS más cercana.
¡Respira vida en tus pulmones!